Por Vivian Rodríguez del Toro
PSICÓLOGA Y CATEDRÁTICA DE LA UIPR
Continúa la violencia machista acabando con la vida de las mujeres y creando más víctimas inocentes. Mientras tanto, la Procuradora de las Mujeres sigue ofreciendo el mismo mensaje diluido y repetitivo que no resuelve, ni mucho menos propone soluciones preventivas viables. Algunos políticos y religiosos siguen reaccionando, por temporada y conveniencia según sus agendas personales, con discursos mediáticos los unos y tradicionales y patriarcales los otros.
Los estudiosos de la violencia machista en el mundo reconocen que combatirlo requiere educación y prevención, comenzando desde la niñez, ya que se ha evidenciado que cada día las manifestaciones de esta violencia comienzan más temprano. En Puerto Rico, varias investigaciones con estudiantes de escuela superior y universitarios confirman que el maltrato contra la pareja empieza desde el noviazgo. El proceso de aprendizaje conlleva deconstruir ideas y creencias falsas que socioculturalmente se aprenden sobre la feminidad y la masculinidad. Por ejemplo, las que comúnmente escuchamos, como “si no eres mía no eres de nadie”, “te celo porque te quiero”, “la mató porque la quería”, “los hombres son infieles y las mujeres seductoras y provocadoras por naturaleza”, “si no te pega, es buen proveedor y te trata como reina, de qué te quejas”.
En torno a este último mensaje, hay que deconstruir el mito de que la violencia machista ocurre sólo en las clases sociales media y baja. Esto es una falacia, como demuestra el caso más reciente del asesinato de Maribel Castrodad. Lo que ocurre es que, en la clase alta, el agresor suele utilizar el poder económico, el prestigio y la imagen pública para controlar e intimidar a la pareja y mantenerla en silencio aguantando el ciclo y patrón de maltrato. Precisamente sobre este tema, actualmente tres académicas estamos realizando una investigación que esperamos permita comprender profundamente esta realidad y proponer estrategias pertinentes para ayudar también a mujeres de esta clase social.
Reclamamos que el Gobernador intervenga para rescatar el proyecto de la Perspectiva de Género en el currículo del Departamento de Educación. Este proyecto, producto del trabajo serio de un grupo de especialistas educativos e investigadores e investigadoras, merece la oportunidad de demostrar sus posibles beneficios a largo plazo. Confiamos en el compromiso de esta administración con la prevención de la violencia de género.
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