Dra. Mary RiveraActivista por los derechos humanos
Análisis en Radio Universidad de PR
http://www.radiouniversidad.pr/noticias/analisis/maryrivera-06-03-2009.html
El presidente Bush, en más de una ocasión, propuso y logro convertir en ley normas federales que se relacionaban con asuntos de la conciencia. Una de estas fue la norma que acrecentó la protección a profesionales de la salud, en particular médicos, a negarse en asistir o practicar abortos si esto iba en contra de su conciencia.
Si bien es cierto que el ser humano debe de actuar a base de su conciencia, también es cierto que esto hay que tomarlo con mucho cuidado sobre todo cuando se es un profesional de la salud y se está interviniendo con la salud o la vida de otro ser humano. ¿Que decisión debe de tomar un médico con una paciente que llega desangrándose por un aborto incompleto o inseguro...su conciencia o la vida de esa mujer?
Son tantas las situaciones a considerar pero, si el médico fuera a referir a la mujer porque su conciencia no le permite atenderla, la realidad es que en lo que logra que otro médico la atienda se muere la mujer. ¿Cómo le quedaría su conciencia aquí? El médico o el profesional de la salud no tiene que dedicarse a la práctica de abortos si su conciencia no se lo permite pero debe estar preparado para manejar situaciones como estas y otras parecidas que le puedan llegar. Una conciencia no puede tener más valor que la vida de una mujer, por lo menos en el carácter profesional.
La medida de Bush afectó otros servicios relacionados a la salud sexual y reproductiva, en particular de la mujer. Por ejemplo, Walmart se negaba a vender condones y Plan B (la famosa “morning after pill" para evitar embarazos) por razón de conciencia. Fue necesario acudir a los tribunales donde el caso fue ganado por los que defendemos los derechos sexuales y reproductivos. Imagínense la cantidad de cosas que se pueden dejar de atender por razones de conciencia. Lo irónico es que cuando le llega al medico un paciente, en particular un menor, que necesita una transfusión de sangre para salvarle la vida y los padres se niegan por razón de conciencia (por su religión), muchas veces el médico acude al tribunal para lograr la transfusión. Aquí al médico no le importa el asunto de la conciencia porque no se trata de su conciencia. ¡Que contradicción! No se puede permitir que las razones de conciencia afecten la salud sexual y reproductiva.
En la mayoría de las veces es la salud de la mujer la que es blanco de los ataques por ser nosotras las que quedamos embarazadas y parimos. Felicito al presidente Obama por esta decisión tan valiente que ha tomado. Internacionalmente el aborto y los derechos sexuales y reproductivos se consideran derechos humanos...y los derechos humanos no se pueden desarrollar a base de moralismos y asuntos de conciencia si es que se quiere que todas y todos los podamos disfrutar.
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