En una manifestación frente al Cuartel General de la Policía, las portavoces de la organización feminista emplazaron al Superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha, para que sancione a los agentes involucrados y ordene a la fuerza que dirige que detenga sus prácticas discriminatorias contra las mujeres estudiantes en particular y contra todo el estudiantado del primer centro docente del país, que está en huelga desde hace dos meses.
“Entendemos que la Policía como cuerpo responde a un esquema de violencia generalizada en la sociedad, entre cuyas manifestaciones más terribles, es el trato desigual y violento que se da a las mujeres”, dijo la licenciada Josefina Pantoja. Añadió que ni las mujeres ni las estudiantes piden un trato privilegiado o especial sino equitativo y respetuoso de sus derechos humanos. Las feministas exigieron, además, que la Procuradora de las Mujeres cumpla con su función de fiscalizar los procedimientos que aseguran los derechos de las mujeres.
La Policía, bajo el mando de Figueroa Sancha y con la anuencia de las autoridades de la Universidad de Puerto Rico, ocupan el campus de Río Piedras desde hace varias semanas y durante las últimas arrestó a más de 90 estudiantes que hacían desobediencia civil. Varios agentes fueron filmados por la prensa mientras tocaban de forma inapropiada los senos y área genital de estudiantes mujeres. Los videos han levantado una ola de disgusto en la comunidad, cuya voz han recogido diferentes organizaciones que defienden los derechos humanos.
El abuso sexual de mujeres detenidas durante diferentes conflictos internacionales ha sido documentado y denunciado por organismos mundiales, como la Organización de Naciones Unidas. Durante la dictadura de Pinochet en Chile, la guerra de Bosnia Herzegovina y en los recientes conflictos bélicos en Iraq y Afganistán, las mujeres han sido abusadas y torturadas de manera diferente, por su género. En el caso de las universitarias, además de por su género, son vejadas e intimidadas por su juventud y su entereza.
La abogada Verónica Rivera Torres afirmó que a pesar de que estos son los primeros casos que pueden documentarse, ya anteriormente las estudiantes del Recinto de Río Piedras se habían quejado de la conducta de los agentes de la Policía hacia ellas. Las portavoces enfatizaron que el Movimiento Amplio de Mujeres condena la ocupación de la UPR por la Policía y exige su pronta salida del centro docente.
A la manifestación organizada por el MAMPR se unieron varias organizaciones de la comunidad, sindicales, profesionales y de derechos humanos.
Carta enviada a Figueroa Sancha
2 de febrero de 2011
Sr. José Figueroa Sancha
Superintendente de la Policía de Puerto Rico
(a la mano)
Sr. Figueroa Sancha:
Como es de su conocimiento, en las pasadas semanas se han levantado múltiples quejas sobre la manera en la cual la Policía de Puerto Rico ha manejado las intervenciones en las manifestaciones de las y los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico. A esto se suma el descontento provocado por otras acciones policíacas en ámbitos comunitarios y de protestas civiles.
En el día de hoy, el Movimiento Amplio de Mujeres está realizando una manifestación de denuncia ante los incidentes que se han reportado públicamente y en los cuales es evidente que algunos policías han incurrido en conducta impropia y violenta al intervenir con estudiantes mujeres. Independientemente de lo que ciertas personas pretendan NO ver, los vídeos y fotos que se han hecho públicos revelan claramente cómo estas estudiantes fueron tocadas y agredidas mientras estaban esposadas e indefensas bajo el control de las fuerzas policíacas.
Todavía no hemos escuchado de su parte una expresión que demuestre que se preocupa por esta violación de derechos civiles y humanos de las estudiantes. Todavía estamos esperando que usted anuncie que investigará la situación y que adjudicará responsabilidad a todo policía que haya faltado a su deber.
Contrario a lo que usted y otros funcionarios de gobierno parecen creer, la función de la Policía de Puerto Rico es salvaguardar la vida e integridad de la ciudadanía dentro de un marco de respeto a la dignidad y derechos de toda persona. Es por eso que le exigimos que los incidentes reportados por estudiantes y ciudadanas sean investigados con seriedad y responsabilidad. También le exigimos que públicamente se exprese en torno a los mismos y envíe al país el mensaje correcto: “La violencia en contra de las mujeres es intolerable independientemente de quien la ejerza”.
Guardar silencio en momentos como este le hace cómplice de la violencia de género y fomenta esa misma violencia de parte de otros grupos o ciudadanos. Da la impresión terrible de que ser policía da impunidad y, peor aún, demuestra que usted carece del temple, la integridad y la valentía necesarias para dirigir la Policía de Puerto Rico.
Durante el año 2010, la Policía de PR recibió 2,323 querellas en contra de policías. De éstas, sólo una desembocó en destitución, seis en amonestación y 49 en expulsión. 1,056 querellas fueron archivadas. Ese mismo año, se reportaron 114 querellas en contra de policías por violencia doméstica y de éstas, 54 se archivaron y sólo seis lograron una expulsión. El resto se atendieron como orientaciones o se manejaron como suspensiones de empleo y sueldo. Estos datos son importantes a la hora de analizar las alternativas que tiene el país. ¿Cuáles serán las estadísticas del año 2011?
Cordialmente,
Lcda. Josefina Pantoja
Lcda. Amárilis Pagán Jiménez
Portavoces del Movimiento Amplio de Mujeres de Puerto Rico
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