Editorial de El Vocero
3 de junio de 2008
El pasado fin de semana fueron titular nuevamente muertes de mujeres amanos de sus compañeros. A pesar de las constantes denuncias sobre elmaltrato y de las campañas para prevenirlo, este tipo de tragediacontinúa vistiendo de luto a las familias puertorriqueñas. Según lasestadísticas de la Policía, en lo que va de año 11 mujeres han perdidola vida en situaciones de violencia doméstica. Irónicamente, mientraslos esfuerzos gubernamentales deben estar dirigidos a mantener eintensificar la batalla contra este mal, una de las agencias queencabeza dicha lucha se encuentra bajo la amenaza de quedar en unlimbo a partir del 30 de junio. Y es que la Legislatura no le ha dadopaso a la designación de Marta Mercado como nueva Procuradora de lasMujeres. Como es de amplio conocimiento, esta dependencia pública estáencargada de implantar planes de prevención de violencia doméstica yofrecer diversos servicios a las mujeres de nuestra isla. Este tipo deservicio es esencial máxime cuando la incidencia de violenciadoméstica no da señales de mermar. La falta de agilidad en laconsideración de este nombramiento de esta funcionaria no le hace bienalguno al país y amenaza con descarrilar a los esfuerzos para combatirla epidemia de violencia contra las mujeres. La postura de la ComisiónTécnica de Nombramientos de que la designación "está en proceso" nodemuestra la importancia que dicha gestión debe tener. Laconsideración de esta designación merece la máxima prioridad y debeestar al margen de cualquier consideración político-partidista. Loslegisladores tienen, a escasos seis meses de las elecciones generales,la oportunidad de mostrar su interés en servir al país atendiendo conpremura este asunto.
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